Perder pelo es algo normal y habitual en todo ser humano y sin embargo es una de nuestras mayores preocupaciones. Nuestro cabello nos revela mucha información que pretendemos ignorar hasta que salta la alarma. En ese momento nos entra la angustia y la desesperación por encontrar el tratamiento milagroso que o bien frene la caída o nos haga incluso recuperar nuestro pelo perdido.
Buceando en la hemeroteca me he topado con un gran número de anuncios que durante los últimos 60 años han ofrecido por un módico precio la solución definitiva a la pérdida capilar. Así he llegado a varias conclusiones:
- La preocupación por mejorar la salud de pelo ha sido palpable siempre.
- Los productos demasiado buenos y bonitos para ser verdad no se crearon ayer, llevan mucho tiempo circulando.
- Seguimos gastando dinero en tratamientos capilares que no son eficaces.
El crecepelo, el timo más antiguo del mundo
Los podemos encontrar en cualquier lugar, en forma de loción, crema o ampolla. Suelen venir acompañados de una llamativa etiqueta con un eslogan que enseguida capta nuestra atención.
Lo más alarmante es que muchas personas aún caen en este tipo de crecepelos, y así las empresas que los fabrican se enriquecen al mismo ritmo que sus compradores se sienten engañados.
A lo largo de la historia hemos visto de todo. Un cepillo eléctrico que curaba la alopecia o incluso el Carbo-Magno que hacia crecer el pelo mediante un dispositivo que se colocaba dentro del sombrero que emitía un vapor antiséptico.
En cuanto a los productos de belleza nos hemos encontrado con los más inverosimiles cosméticos que nunca hubiéramos imaginado que existirían y que, para mayor sorpresa aún, a día de hoy siguen existiendo. Productos sin ningún tipo de base científica que nos prometen mediante fotos de antes y después que nuestro pelo volverá a crecer.
¿Cómo puede un producto de belleza demostrar de forma rigurosa lo mismo que un medicamento? Es imposible y lo increíble de todo esto es que se siga leyendo en foros sobre este tipo de productos milagrosos.
Tratamientos eficaces para la salud del pelo
Cada alopecia tiene, en función de la causa que la produce, una evolución diferente y unas pautas de tratamiento que se pueden combinar.
Su prescripción suele tomar forma de loción o de cápsulas y el fin último es nutrir los folículos pilosos. En la actualidad los únicos productos que se han testado como realmente eficaces para frenar la caída de pelo son el Minoxidil y el Finasteride. Ambos fármacos están aprobados por la F.D.A (Food and Drug Administration de EEUU) para la caída capilar.
Por esta razón no podemos comparar un producto de belleza con un medicamento o un tratamiento capilar eficaz para frenar la caída.
Soluciones probadas existen y no necesitamos a un encantador de serpientes para que nos venda un producto que lo único que nos hará es perder el tiempo. Los avances en medicina capilar han demostrado que se puede ralentizar el proceso de caída de pelo y fortalecerlo con tratamientos como el plasma rico en plaquetas uno de los tratamientos con más futuro o transplantes capilares como solución definitiva contra la calvicie.
Y tú ¿vas a seguir creyendo en los milagros crecepelos y los vendedores de ungüentos?
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