Teñirse el pelo con henna es una alternativa económica y ecológica para los que no quieren/pueden pasar por la peluquería. ¿Sabes en qué consiste exactamente este producto?
Reconócelo. La primera vez que escuchaste hablar de teñirse el pelo con henna fue en el instituto, cuando tu amiga Mari Puri apareció con la cabeza rojo pimentón porque quería ser como Cindy Lauper y te quedaste extasiada al saber que:
- Se lo había hecho en casa.
- Le había costado dos duros (entonces no había ni euros).
- En unos lavados aquello desaparecería para siempre.
Y allá que te presentaste en la herboristería dispuesta a hacer alarde de modernidad. Ha llovido desde entonces, pero antes de seguir como el abuelo Cebolleta, mejor centrarnos en lo que hoy nos trae por aquí.
¿Qué (c**o) es la henna?
La henna (también llamada alheña) es un tinte en polvo que se extrae de moler las hojas secas de un arbusto de la familia de las oleáceas y que se utiliza para colorear el pelo, las uñas y decorar la piel en muchos países de Oriente Medio y norte de África, a menudo relacionado con rituales religiosos. Otros usos son teñir pieles de animales y tejidos. Y hasta como antihongos, conservante y repelente de mosquitos.
Lo bueno de la henna es que no solo sirve para teñirse el pelo, sino que también actúa como un tratamiento
El color original de la henna es rojizo (en las gamas de los marrones, caobas o anaranjados), así que cuando lo veas negro o marrón oscuro será porque lo han mezclado/adulterado con otros ingredientes para conseguir esa tonalidad.
¿Como teñirse el pelo con henna?
Sería muy bonito recolectar las hojas, secarlas y molerlas, en plan ‘El Clan del Oso Cavernario’, hasta conseguir un tinte hand made total, pero en los tiempos que corren lo mejor y más habitual es que compremos la henna hecha. Se encuentra muy fácilmente en herbolarios, droguerías y supermercados. Es barata. Calculad un precio medio de 3,50 ó 4 euros (y tendréis para dos aplicaciones en el pelo).
Lo bueno de la henna es que no solo sirve para dar color, sino que actúa como un tratamiento mineralizante para el cabello, que le devuelve el buen aspecto, el cuerpo y el brillo.
Usar la henna para teñirse el pelo es sencillo, pero engorroso, no nos engañemos. Hay que mezclar el polvo (por ejemplo con agua caliente y aceite de oliva, para un efecto aún más hidratante) hasta conseguir una especie de textura de barro, que tienes que aplicar sobre el cabello teniendo en cuenta que:
- Resbala y lo pone todo perdido.
- Te mancha la piel y luego no sale (usa guantes y limpia de inmediato la zona que haya manchado, por ejemplo con una toallita húmeda).
- Te mancha la ropa y las toallas y luego no sale ni en la lavadora con agua caliente ni con ese producto tan bueno que anuncian tanto.
- Tienes que dejarlo actuar una media de tres horas para que el resultado sea óptimo.
- Si ya llevas mechas o tinte clásico, te la desaconsejamos totalmente, ya que el color resultante puede ser una incógnita y poco estético (no como la bruja Avería, pero es un riesgo a asumir). Mejor que sigas estos otros consejos.
Aviso: La henna no tiñe las canas (esas que no debes arrancarte). Simplemente las deja de un color anaranjado. Esto sucede porque no decolora, es decir, no es capaz de teñir de oscuro a claro
Efectos de la henna
«¿Y tanto rollo para esto?», os preguntaréis. Pues sí, porque la henna es un producto que aporta hidratación y nutrición al cabello. El color se irá yendo con los lavados (te va a durar entre uno y tres meses), pero si la usas de forma regular, esos efectos sobre la salud de tu pelo se dejarán notar.
En comparación con el tinte clásico, evidentemente dura mucho menos. Pero a su favor contamos con que es un producto natural, libre de químicos. Según la doctora Begoña Barros, de la Clínica del Pelo Vila-Rovira, «es un tinte natural totalmente inofensivo con lo que se puede utilizar con frecuencia ya que sus moléculas son compatibles con la queratina del cabello«.
La henna no tiñe las canas. Solo las deja de un tono anaranjado
También protege el pelo de agentes externos como el sol o el viento, y lo fortalece, «gracias a su aporte de nutrientes». Además frena su caída al aplicarse desde la raíz a las puntas con un efecto revitalizante.
La doctora añade que la henna ayuda a controlar la producción de grasa, así que es beneficioso para las personas con seborrea. La lista de beneficios se completa con que combate la caspa, hongos y bacterias.
Así que ya sabes, si lo tuyo es lo natural, si quieres probar algo nuevo, si crees que los químicos de los tintes clásicos te destrozan… teñirte el pelo con henna puede ser lo tuyo (y no hay riesgos para embarazadas).
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