La excusa de que no tienes tiempo para ponerte en manos expertas ya no nos vale. Aquí van seis pequeños gestos para tener pelazo (y la mayoría podrás hacerlos tú solito/a).
Seis pequeños gestos para tener pelazo
1. No frotes el pelo como si no hubiera un mañana
Te metes en la ducha. Te mojas la cabeza. Te pones el champú… y te lanzas a frotar. A frotar como si fueran los hierros la barbacoa después de un costillar de cerdo. A frotar como si fuera el polo del uniforme del niño manchado con rotulador.
Meeeeeec. Error. El pelo hay que lavarlo, efectivamente. Pero NO frotarlo.
Hay que incidir en el cuero cabelludo, que es la zona donde se produce y almacena la grasa. Pero en el resto no hace falta. Además, te arriesgas a que se rompa. Deja que el jabón resbale por él y acláralo con cuidado. No hace falta nada más.

2. Mucha hidratación
Pero cuando hablamos de hidratación en esta lista de pequeños gestos para tener pelazo no hablamos de que te pongas el acondicionador y lo dejes actuar el minuto que tardas en enjabonarte el cuerpo. No.
Hay que hacer hidrataciones más profundas al menos dos veces al mes.
Esto ayudará a que la fibra esté en mejores condiciones y se rompa menos. Su aspecto será más brillante y bonito.
¿Cómo puedes hacerlo? Muy sencillo. Aplica mascarillas hidratantes y déjalas actuar al menos 30 minutos. Si puedes más tiempo, mejor. También puedes “enriquecerlas” con aceites como el de coco o argán.

3. Usa champús adecuados
Es decir, que no vale con comprarse el que esté de oferta (que a veces hay suerte y también). Ni tampoco lo elijas porque huele bien. Ni pienses que porque hace mucha espuma limpia mejor.
Apunta: Lo importante es sea un champú neutro, que respete el pH de la piel. A partir de ahí, elígelo con ingredientes en función de tus necesidades:
- Neutro: con pantenol, colágeno, aminoácidos de queratina, complejos vitamínicos.
- Para cabello seco: con extracto de gérmen de trigo, vitamina E, proteínas de la leche.
- Para cabello graso: con extracto de Hammamelis, bioazufre, extracto de ortiga blanca, extracto de sabal serrulata.
- Si tienes caspa: con extractos de corteza de salix alba, abedul y cade, piritionatos o climbazole.
- Para prevenir la caída: placenta vegetal, extracto de Ginkgo biloba.
- Para cabellos teñidos: hidrolizado de proteínas de seda, filtro solar, vitamina E.
- Si quieres volumen y brillo: Agentes acondicionadores, extracto de camomila, extracto de caléndula.
- Si te has hecho un trasplante de pelo: Aloe Vera, extracto de avena, extracto de gérmen de trigo, bisabolol, ácido salicílico.
4. Limita planchas y los rizadores
Es uno de los gestos básicos para tener pelazo. Una fuente de calor directa y excesiva sobre el cabello no puede hacer más que dañarlo. Utiliza el secador de un modo correcto e intenta limitar planchas y rizadores.
Haz que los protectores térmicos sean tus mejores amigos si no puedes prescindir de estos aparatos.
5. Mete tijera
Cada dos o tres meses hay que cortarse el pelo. No es que ayude a que crezca mejor (ya hemos dicho en muchas ocasiones que en el cabello no funciona la poda, como en los árboles).
Simplemente es que, al no cortarlo, comenzará a estropearse en las puntas, se volverá más frágil y se romperá.

6. En busca de la queratina perdida
La queratina es una proteína que constituye entre el 85 y el 90% de la estructura capilar y que actúa sobre el cabello como si fuera un escudo.
Para tener pelazo, es interesante que cada cierto tiempo te hagas un tratamientos de reestructuración como la cauterización capilar, que es un tratamiento que actúa sellando la fibra capilar y repone la queratina perdida.
Los efectos duran entre 1 y 2 meses en un cabello normal, pero las aplicaciones sucesivas ayudarán a regenerar el pelo poco a poco.
Imagen destacada: perfil de Instagram de @haartraum.
Comentan esto…