¡Las vacaciones ya están aquí! Y te estás viendo mirando al mar, mojito en mano. ¿O quizá caipiriña? Pero debes saber que pelo y playa es un cóctel que se debe preparar con cuidado.
Sabemos que tienes muchas ganas de tumbarte en la arena. Que te has comprado al final ese bikini tan mono al que habías echado el ojo ya desde el confinamiento. Y que tienes hasta una playlist que has creado específicamente para ponerte a escuchar mientras te tuestas al sol.
No seremos nosotros quienes te agüemos los planes. Que nos dan mucha envidia, por cierto.
Pero como aquí hablamos de lo que hablamos, nos toca hacer del Pepito Grillo capilar. Pelo y playa es una combinación estival que debes manejar con el escrúpulo de un científico de laboratorio.
Pelo y playa: qué sucede
Seguro que eres súper estricta en aplicarte el protector solar en el rostro y el cuerpo. ¿A que sí? Pero es más que probable que no hagas lo mismo con el cabello.
Sin embargo, las radiaciones solares lo resecan, alteran la queratina y los pigmentos del color.
El resultado es que, a la vuelta de vacaciones, la melena de sirena con la que te fuiste vuelve frágil y sin brillo.
Pero el sol no es lo único a tener en cuenta en el “combo” sol y playa. El viento también hace su papel (igualmente malvado). Enmaraña el pelo, lo que obliga a desenredarlo todos los días y eso lo daña.
La sal del agua del mar se cristaliza sobre la fibra capilar y es la responsable de que se abran las puntas. La arena irrita el cuero cabelludo. Y el propio calor también tiene su efecto.
No hablemos ya de si tu plan de vacaciones, además de mar, incluye piscina. Porque encontrarás en el cloro un agente que reserca igualmente el cabello y altera el color. ¿Sabes esos niños ingleses que parecen tener el pelo rubito de color verde? Pues sí, es por el cloro.
Qué hacer para proteger el pelo en vacaciones
- Acondicionador y mascarilla a lo grande
Con esto queremos decir que el acondicionador hay que aplicarlo diariamente. Y la mascarilla, al menos, dos veces por semana. Si tienes mucha prisa porque la fiesta en el chiringuito empieza en media hora, elige una fórmula de actuación instantánea. Y, cuando tengas más tiempo, aplica la mascarilla y déjala entre quince y treinta minutos. Hazlo en seco y penetrará mejor en la fibra capilar.
- Escudo solar
Un sombrero, una gorra, un pañuelo. Cualquier barrera que le pongas al sol, bienvenida será. Pero además, puedes usar sprays de protección frente a las rayos UV. Además son hidratantes, así que la salud tu pelo te lo agradecerá.
- Deja el frizz para Krusty
Krusty el payaso no tiene nada que envidiar a tu melena después de un bañito y un rato de playa. El encrespamiento es un problema porque la humedad lo favorece. Y de eso hay un montón junto al mar, como podrás imaginar.
Mete en tu cesta de la playa un spray de acondicionador sin aclarado o una fórmula con protector solar, para matar dos pájaros de un tiro. Aplícalo tras el baño, con un peine de púas anchas. Y recuerda no darte tirones.
- Lávalo a diario (sí, a diario)
Si estás harta de escuchar (y leer) que no hay que lavar el pelo a diario, no es el caso del verano. Hay que aclarar los restos de sal marina, arena y cloro, sí o sí. Todos los días.
- Nunca duermas con el cabello mojado
Si hubiese siete pecados capitales (o capilares), este sería el número 1 del verano. Que sí, que hace calor. Y te duchas a última hora porque subes de la playa o la pisci. Pero que sepas que, si te acuestas con el pelo húmedo, puedes debilitar la fibra. Además, ¿sabes que puedes aprovechar las horas de sueño para cuidar el pelo?
Si aún así, a tu vuelta, tu pelo necesita un rescate, piensa en consultar sobre algún tratamiento de «rescate», como la carboxiterapia.
Buen verano y un abrazo a tu melena de nuestra parte.
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