Analizamos el aceite en crema de la gama Oliva Mítica de Original Remedies, pensado para cabello reseco y sensibilizado.
Bienvenidos a nuestro banco de pruebas. Ponemos nuestras cabezas como conejillos de indias para testar productos que salen nuevos al mercado o que tienen mucha fama, por amor a nuestros lectores (y nos gusta, qué le vamos a hacer). Hoy toca un aceite en crema sin aclarado que viene avalado por una casa de cosmética de gran consumo de las más importantes.
Subiéndose al carro de la moda eco, hace unos meses Garnier lanzó una nueva línea basada en productos naturales (limón, arcilla, miel, sin parabenos y esas cositas) con el nombre Original Remedies, con diferentes gamas de productos para según qué necesidades del cabello. Uno de los que más fama tienen es la gama Oliva Mítica, diseñada para cabello muy seco y sensible. “¡Esta es la mía!”, me dije yo el día de la presentación a la prensa especializada. Una, que no aprende con los años, siempre piensa que lo último en salir al mercado va a ser la solución final para sus problemas capilares en forma de melena leonina.

La gama Oliva Mítica consta de champú, acondicionador, mascarilla y el aceite en crema que nos ocupa, y que era lo que yo me moría por probar. Que ya había escuchado a algunas famosas como Marta Sánchez hablar de la efectividad de una mascarilla casera con aceite de oliva virgen sin más, y pensé que con este producto me iba a ahorrar los chorrocientos aclarados a los que obliga la idea en cuestión (sí, también lo probé, y por gusto, no tenía que escribir nada al respecto).
Lo primero, me leí toda la información sobre la gama Oliva Mítica que nos dieron a los periodistas. Que si el aceite de oliva es oro líquido y consigue pelo más fuerte y menos quebradizo gracias a la vitamina E, que si estimula el crecimiento del pelo con sus propiedades regenerativas, que si evita la caída ayudando a fortalecer el folículo capilar; que si repara las puntas abiertas y secas, que si lo hidrata… Vamos, que no sé cómo podía yo vivir sin aliñarme la cabeza hasta el momento.
Total, que manos a la obra. Se utiliza sobre el cabello húmedo y la recomendación es tomar una cantidad de crema similar a una nuez grande, así que de entrada el envase me parece un poco pequeño (200 ml.) para tanta necesidad de producto. La textura es muy agradable, una crema que se reparte muy bien por el cabello (de medios a puntas) y el olor tampoco apasiona, pero no es malo. La primera vez que la utilicé llevaba prisa y no tuve tiempo de secarme el pelo del todo, así que lo dejé a medias y me lo recogí en un moño. Cuando me lo quité, el pelo estaba suave sí, pero sobre todo apelmazado, con cierta sensación de grasa y sin rizo (y les escribe una con melena seca y bastante rizada). Pensé que se debía al mal y uso y decidí hacerlo mejor en la siguiente aplicación.
Así fue. Misma metodología pero en esta ocasión lo sequé y lo dejé suelto. Solo que suelto no se queda. El cabello resulta como compacto y pierde el rizo natural, por la mera razón de que gana peso. Tampoco hay cambios en las puntas. Dispuesta a comprobar sus efectos a largo plazo lo he seguido utilizando, probando varias cantidades, pero el resultado siempre es el mismo. Es lo que puedo contaros.
Puntos a favor (para no terminar de mal rollo): Que deja el pelo suave y que solo vale 2,49 euros.
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