Hace ya varias semanas que el verano quedó atrás y poco a poco, los colores ocres, las castañas y la falta de luz van ganando la batalla.
Estamos ya en pleno otoño y bien encarados hacia el invierno, que llegará en menos de lo que canta un gallo. Es lo que tiene esta recta final del año, que coge carrerilla y en un periquete estamos comiendo las uvas de nuevo.
Ahora salir a pasear se hace un poco más cuesta arriba que con el buen tiempo. El frío, el viento y la lluvia no son los mejores compañeros para disfrutar de una buena caminata.
Y aunque el invierno trae la nieve, las tardes de lluvia-peli y manta en el sofá y las mañanas de domingo sin prisa bajo el nórdico, no es que digamos mi estación favorita.
Tener que forrarse como una cebolla para salir a la calle y no pasar frío, pero tampoco achicharrarse cuando entras en una cafetería, por ejemplo, me suele traer por la calle de la amargura. Si vives en el norte, sabrás exactamente a qué me refiero.
Uno de mis complementos fetiche para combatir el frío y el viento de la temporada invernal, es el gorro. Gorros de lana, de todos los colores. Tengo una colección digna de la pasarela Cibeles.
Y aunque yo no salgo a la calle sin ellos mientras dura el invierno, sé que muchas personas no los utilizan porque piensan que el uso de gorro produce calvicie.
¿Eres tú una de ellas?
Empecemos por el principio, tu pelo en invierno
Contrariamente a lo que la mayoría de las personas piensan, el cabello no solo sufre en verano.
Durante la época estival debemos protegerlo del sol, el salitre del mar y el cloro de las piscinas. Se recomienda hacer un tratamiento reparador a finales de la primera para llegar con una buena melenaza al verano. Y por supuesto, un cura intensiva en septiembre, para recuperarlo de todo el estrés sufrido en las vacaciones. Operación Rehab ¿recuerdas?
Pero en invierno, tampoco puedes descuidar tu pelo.
¿Los mayores enemigos a los que te enfrentas? El viento y la calefacción.
El viento, además de aumentar el encrespamiento, funciona a modo de secador permanente. Abre la cutícula y lo reseca en exceso, además de ensuciarlo más debido a que arrastra toda la polución ambiental de la ciudad.
La calefacción, al igual que el secador y las plancha de pelo, reseca el cabello, lo que contribuye a que tu melena luzca más áspera al tacto y carente de brillo.
Así que ya lo sabes, no olvides seguir hidratando tu pelo en invierno.
¿Es malo para el cabello usar gorro en invierno?
La respuesta es no, no por abrigarte del frío y utilizar un gorro en invierno vas a perder el pelo. ¿Conoces a algún esquimal que sea calvo?
Es cierto que un uso excesivo no es lo más adecuado para el cuero cabelludo. Pero abrigarte bien para salir a la calle no genera ningún problema.
Es más, el uso de un gorro protegerá tu cabello del efecto del viento.
Eso sí, ten en cuenta estas recomendaciones para maximizar sus beneficios y minimizar sus riesgos:
- Utiliza siempre el gorro con el cuero cabelludo limpio.
- Úsalo cuando salgas a la calle y practiques deporte al aire libre, como por ejemplo, el esquí.
- No permanezcas con el gorro puesto en habitaciones o estancias donde esté conectada la calefacción y haga calor.
- Procura que no te apriete, para no cortar el flujo sanguíneo hacia las raíces.
- Mucho mejor si es de material transpirable o de tejidos sueltos que permitan que pase algo de aire.
¿Por qué la gente piensa que el uso de gorro produce calvicie?
Pues, como en la mayoría de las veces, todo viene de un mito. En concreto esta vez hay que remontarse hasta la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Cuando los soldados regresaron a casa después de usar sombreros y cascos durante meses o años. Se observó que en muchos de ellos su pelo se había debilitado considerablemente.
Sin embargo, esta pérdida de cabello fue debida fundamentalmente al estrés (una de las causas más comunes de la pérdida de pelo) y al hecho de que estos hombres regresaban a casa a la edad en que la calvicie masculina se produce habitualmente.
Y este tema no es nuevo. Ya hablamos no hace mucho sobre la relación entre el uso del casco y la calvicie.
Y tú, ¿eres de gorro cuando se acerca el invierno?
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