Así lo comentábamos este sábado entre amigas. «Chicas, ¿hemos madurado?» Entre anécdotas y carcajadas sacamos el temido arsenal de fotos de nuestra adolescencia.
No puedo negar que fue una tarde de lo más divertida viendo nuestra evolución física. El motivo de mayor cachondeo venía visualizando nuestro pelo y en 3, 2, 1 tenía nuevo tema del que hablar por aquí…
Fase probando, probando: Tu peinado delata tu personalidad
¿Recuerdas la edad del pavo? Época difícil en la que tocaba retar y desafiar a la autoridad. Comienzan los cambios sociales, físicos y emocionales. Buscabas reafirmar tu personalidad, tu propio yo y para ello había que probar.
La fase de prueba se nos fue de las manos, no me lo niegues. Tocaba encontrar nuestro nuevo «yo». Mezclábamos accesorios y el corte de pelo perfecto con el que identificarnos. Queríamos vernos bien y sobre todo queríamos gustar.
Por esta razón nuestro pelo pasó por una serie de historias que tengo que contar. ¿Estupideces? Todas, algunas más que otras.
Ha llegado la hora de sacar a relucir todo sobre nuestro pelo en 30 años.
#1 – Teñirte el pelo
Recuerdo a mi madre gritar desde el salón: teñirte el pelo es malo, te lo va a estropear y además te costará salir del circulo vicioso de los tintes. Bastante poco me importaba y para eso estábamos en esa época, para desafiarles a ellos. Unos padres preocupados viendo que nuestra evolución iba demasiado rápido y no como ellos querían.
Tuve mi época dorada de tintes con 16 años. No encontraba mi estilo. Lo que sí me gustaba era probar cosas nuevas y ser diferente. Así aparecí antes de una boda a casa con unas puntas rojo ferrari que hicieron perder la paciencia a más de uno de la familia. No me quedaba tan sofisticado como a Vanessa Hudgens, está claro. Tampoco tenía a un peluquero encima mío las 24 horas así que hacía lo que podía.
Teñirse el pelo estaba de moda, daba igual cuándo, cómo y por qué. De las primeras épocas de tinte en peluquería, llegaba la época de la vagancia. Teñirse en casa era cómodo y muy barato, saber algunas cosas antes de teñirnos el pelo nos habría evitado más de una mala sorpresa.
#2 – Comer sano no está dentro de tu rutina
Antes de los 30 lo que es comer sano no lo tienes tan interiorizado como lo tienes ahora.
Tu pelo es lo que comes y para mantener un pelo fuerte y sano tienes que dar a tu cuerpo los alimentos necesarios: vitaminas, minerales y proteínas. Te aseguro que ahora cada vez que pienso en lo que como, me acuerdo de mi pelo.
No voy a mencionar la época estudiando fuera ¿qué comías? Mejor no me lo cuentes, que ya me lo imagino. Seguramente yo estaba haciendo lo mismo que tú en aquel momento.
#3 – Pelo pasado por agua oxigenada
Esto me recuerda a la época de campamentos de verano y de una de las mayores estupideces que he podido ver. En este punto los chicos eran más atrevidos, también tenían menos pelo. El agua oxigenada todos pensábamos que únicamente servía para aclarar. Así es, pero también para quemar y resecar el pelo de la forma más tonta.
¿Brad Pitt tuvo algo que ver? Su carrera comenzaba a despegar, su pelo también y de agua oxigenada sabía algunas cosas.
#4 – Seguir las tendencias en todo momento
Una moda puede consistir en realizar un tipo de corte de pelo y otra muy diferente es que decididas no utilizar champú y seguir una tendencia como la moda no poo.
En los años 80 estaba muy de moda tener el pelo frito, abultado y repleto de productos químicos, así lo llevaban las famosas como Madonna, Cindy Lauper o Melissa Joan Hart.
En los años 90 existían las tendencias menos agresivas pero también muy marcadas. Modas «culo veo, culo quiero».
¿Seguiste alguna de estas tendencias?
- Imitar el efecto rastas enroscando el pelo al estilo Shakira.
- Flequillos abultados y muy finos que nadie entendía como el de Renee Zellweger.
- Noches que te ibas a la cama con la cabeza mojada repleta de trenzas para tener «ese efecto» indescriptible al día siguiente en tu pelo.
- Clips o pinzas en forma de mariposas que recogían cada mechón de tu pelo.
- Corte «cazuela» para los hombres. Los backstreetboys hicieron mucho daño.
- Bandas de pelo tan anchas como una minifalda.
Veo tu cara, estarás pensando lo mismo que yo… ¡Qué años!
#5 – Echarte productos capilares sin prescripción médica para ver crecer tu pelo
A los 20 años muchos hombres sobre todo, vieron la rapidez con la que comenzaban a perder pelo. En el momento de pánico, algunos decidieron tomar productos capilares sin prescripción médica. Error, grave error. En mi grupo de amigos, algunos comenzaban a inquietarse y de mala manera. ¿Con 20 años y ya comenzando a estar sin pelo? No podía ser.
El tiempo mientras, corría en su contra y los crecepelos milagrosos no hacían el efecto que deseaban. En ese momento podían haber acudido a una clínica capilar o directamente consultar un médico que les prescribiera productos capilares que funcionan. No, en lugar de todo eso decidieron dejarse llevar y esconderse.
Otros optaron por llegar a ser treintañeros, calvos y ciclados.
#6 – Raparte el pelo para que crezca más rápido
Raparse el pelo porque crece más rápido es uno de los mitos que hemos creído en la época joven. Una de las mayores creencias sobre todo por parte de los hombres. Numerosos ensayos clínicos mostraron que el afeitado no influye en la velocidad del crecimiento capilar.
#7 – Abusar del secador y las planchas
No utilizar de la forma correcta el secador ha hecho que tu pelo esté ahora más quebradizo y tenga mayor número de posibilidades de caerse. Utilizar el secador es bueno pero es importante seguir una serie de consejos para no sufrir problemas capilares y lo que es peor, alopecia.
En efecto, las planchas, coletas, moños o tenazas han contribuido a que se de una alopecia de tracción sobre todo en mujeres. Gestos que hemos ido repitiendo una y otra vez sin pensar más allá en lo que podía ocurrir.
#8 – Abusar de cremas, lacas, gominas y otros productos capilares
Luego te preguntabas por qué demonios tenías semejante picor en la cabeza. Aquí tienes la respuesta. El mal uso de tratamientos capilares y abuso de productos como lacas, gominas o cremas lo único que hacían era irritarte más el cuero cabelludo. De esta forma entrabas en un círculo vicioso del que costaba salir y presentabas un pelo muy estropeado.
Lo que sí pudiste comprobar de primera mano es que tu pelo tiene mucho aguante con todo tipo de productos que utilizabas a diestro y siniestro.
#9 – No cuidar tu pelo en verano
En verano lo único que querías era disfrutar, lógico. Te olvidaste de cuidar tu pelo. Largas horas al sol, tarifa plana de cloro y salitre junto con una dosis nula de hidratación. El resultado un pelo seco, resentido y muy estropeado.
En ese momento lo que no sabías era que el verano puede arruinarte el pelo, echa cuentas de todos los años que te dejaste llevar.
#10 – No leer megustatupelo con frecuencia
Es lo que tiene internet, ahora toda la información está a mano y en megustatupelo sabemos qué es lo que buscas.
Si nos hubieras tenido dando la pelmada en esos años seguramente habrías cambiado tu rutina o quizás te lo habrías tomado con otra seriedad.
¿Sabes qué es lo único que no habría ocurrido?
Que no te reirías ahora tanto de ese pelo y esas pintas que llevabas.
Imagínate por un momento la cara que se le queda a Eminem cuando vuelve a ver su book de fotos. Como para poner la foto de portada en uno de sus discos en las que sale de «malote».
Anda, saca el album y ríete un poco de la maravillosa época o si lo prefieres y estás nostálgico dale al play.
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=P7v6gRzvea0]
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