¡Ay! Esas mechas que te hiciste tú solita en el confinamiento… ¿Y ese flequillo que te lanzaste a cortar? Estar encerradas en casa nos ha dejado grandes momentos capilares. Es el momento de cuidar el pelo en la desescalada (y arreglar entuertos).
A los chicos (y algunas chicas) les dio por raparse. Hay que reconocer que eso es más fácil. Pero al resto nos dio por experimentar. Los largos meses de confinamiento han pasado factura a nuestras pobres cabezas. Entre hacer bizcochos y clases de zumba online, quién más, quién menos, se ha lanzado a “arreglarse” el cabello. Porque no parecía tan difícil. No sabremos valorar el porcentaje de éxito de estos emprendedores capilares. Pero es momento de ponerse serio y cuidar el pelo en la desescalada.
Lo primero que debes hacer con el pelo en la desescalada
Te recuerdo que ahora ya salimos a la calle y la gente nos ve. No valen filtros de Snapchat ni de Instagram. Tu pelo ES tu pelo. Lo que te hayas hecho, ahí va a estar. Lo primero, antes de decidirnos a cuidar el pelo en la desescalada, es ser honestos y hacer un listado de errores/cosas que nos pudieron salir peludamente mal durante el estado de alarma. Y luego intentamos poner solución a cada uno.
- Error 1: “Como no voy a salir a la calle, no voy a gastar producto a lo tonto. Guardaré mis mascarillas para cuando pueda volver a salir. Y lo mismo para las cremas de peinado. Y los acondicionadores de rizos. Si total, no me va a ver nadie y para la videollamada me hago un moño”.
Solución: Nena, recupera tus productos. Van a aplaudirte cuando les quites la tapa. Vuelve a tus rutinas de cuidados en casa. Las mascarillas deben ser nuestro elemento capilar number 1 para el pelo en la desescalada. Porque seguramente el cabello se haya resecado de estar tanto tiempo en el interior, abusando del secador… Puedes usarlas con un poco más de frecuencia que normalmente, si te hace falta.
- Error 2: “Uy qué canas. Es que así no puedo ni verme yo misma. Y la cajera del Mercadona se me ha quedado hoy mirando fijamente, por encima de la mascarilla, y yo creo que era por esto. Me daré un tinte en casa, que jamás me he dado, pero lo hace mucha gente y les sale bien”.
Solución: Con un poco de suerte, igual en este caso tampoco el desastre ha sido para tanto. Seguro que las canas se taparon. Otra cosa es que no te gustara el color. Nuestro consejo: Vuelve a la pelu. Te están esperando con los brazos abiertos. Recupera el tono que te apetezca y pide tu subtono, mechas, reflejos y como quiera que lo llamen ahora las influencers de turno. El peluquero sabe. El peluquero es tu amigo.
- Error 3: “Qué aburrimiento… ¿y si me corto el flequi?”.
Solución: Hacemos copia/pega de frases clave de la solución al error anterior. Vuelve a la pelu. Te están esperando con los brazos abiertos. El peluquero sabe. El peluquero es tu amigo. Y prométete a ti misma que nunca más.
Otros cuidados en la nueva normalidad
En fin. Tampoco nos tiremos de los pelos. Metidos en nuestras casas, con las peluquerías cerradas, era de esperar que a) el aburrimiento b) la desesperación c) la valentía descabellada nos hicieran experimentar. Aparte de los consejos anteriores, todavía te vamos a dar algunos más para mimar tu pelo en la desescalada y llegar a la última fase con el melenón de tu vida.
- Intenta no recogértelo demasiado. Ya sabes que los peinados tirantes no son nada beneficiosos.
- Di sí a sombreros y gorras. Si te vas a abonar a las terrazas y ya tienes la playa a la vista, recuerda que un exceso de sol no es bueno para el pelo, igual que no lo es para la piel.
- Si nunca te has teñido, no lo hagas ahora. El verano es el peor momento para tomar esta decisión. No solo por el sol, que hemos dicho antes, sino por la perspectiva del cloro piscinero.
- Come bien y bebe agua. La alimentación adecuada y saludable es directamente proporcional al melenón de infarto.
Y ya nos cuentas qué tal.
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