En la calle, temperaturas gélidas y viento. En el interior, calefacciones a tope y ambiente ultra seco. Y el pelo, estropeado, deshidratado. Encrespado y sin brillo. Y todo por culpa de ese contraste. El invierno es un reto a nivel capilar. Por eso te traemos 8 trucos para proteger el pelo del frío. Son sencillos y, a menos que seas la princesa Elsa de Frozen y vayas sobrado, te serán útiles.
Proteger el pelo del frío: El lavado perfecto
En invierno es normal que nos lavemos menos el pelo porque, al haber una menor transpiración, no es tan necesario. No te sientas culpable por ello porque hay una regla básica y sencilla. El pelo se lava cuando es necesario, es decir, cuando está sucio.
Eso sí, si practicas deporte, tendrás que limpiarlo después del entrenamiento, para evitar que se acumulen residuos y sudor.
En la época de frío, escoge algún champú que tenga componentes hidratantes y no te pases con las cantidades. Las propiedades astringentes de la espuma favorecen la electricidad estática del cabello. Aprovecha y date un masajito en el cuero cabelludo.
Proteger el pelo del frío también supone tener cuidado con la temperatura del agua… caliente. Aunque te apetezca darte una ducha bien caliente mientras en la calle bajan los termómetros, es preferible que a la hora de lavar el cabello lo hagas con agua templada.
Si está muy caliente, esto puede provocar un aumento de la porosidad. Y por eso el pelo se reseca. Además, el agua muy caliente incluso puede dañar la piel del cuero cabelludo y barrer los aceites naturales. También inflama las glándulas sebáceas y se favorece, de nuevo, la aparición de caspa.
El truco definitivo es hacer el último aclarado con agua fría. Conseguirás que se selle la cutícula.
¿Secador? Sí hombre, sí, pero bien usado
Reconozcamos que a nadie le apetece dejar secarse el pelo al aire en época invernal. Uno se queda helado, la humedad tarda horas en eliminarse y se está muy incómodo. Por eso el secador es una herramienta que se nos antoja imprescindible en estas fechas. Pero también sabemos los daños que puede causar el calor sobre nuestro pelo. Afecta a su estructura natural y estropea la fibra. Y por eso cobra ese aspecto de seco y las puntas se abren.
El agua muy caliente aumenta la porosidad del cabello. Lávalo a temperatura tibia
Para proteger el pelo del frío no hace falta condenar al secador al fondo del cajón y dejarlo ahí hasta que llegue la primavera. Te damos algunas ideas para usarlo. Envuelve la cabeza en una toalla y déjala un rato, mientras secas el cuerpo o realizas otras tareas. Al dejarla unos minutos, absorberá la humedad y eso acortará los minutos de uso del secador.
Otro elemento importante es el protector térmico. Aplícalo por todo el cabello antes de encender el secador. Sitúa la boquilla a unos 15-20 centímetros de la cabeza y no lo pongas en temperatura máxima. Mejor con aire frío o tibio. Aunque tardes un poquito más.
Haz de las mascarillas tus mejores amigas
No nos gusta ser aguafiestas, pero alguien tiene que decirlo. Con lo de estar con calefacción en casa y en la oficina, y salir a la calle con los fríos “polares” el pelo se deshidrata muchísimo, se vuelve poroso y opaco. Si encima vives en una localidad con humedad, el cabello se inflará y se volverá encrespado. Y si además hace mucho frío, las hebras del pelo se contraerán y eso permitirá que se rompa fácilmente. ¿Una maravilla, no?
Bueno, en cualquier caso, apliquemos la lógica. Si es un problema de hidratación… ¡démosle de beber! Hidrata tu pelo con mascarillas hidratantes al menos una vez al mes (más si hace falta). Y aplica acondicionadores que le permitan recuperar su estructura y ser capaz de almacenar el agua que necesita.
Renueva el pelo
No está de más que consultes con un experto qué tipo de tratamiento puede ayudarte a proteger el pelo del frío, según tus características. Infórmate sobre tratamientos como la cauterización capilar. El invierno es un buen momento para hacerse un tratamiento.
Tampoco está de más que acudas a una peluquería, para un corte que te lo dejará a punto y saneado.
Cuidado con gorros y coletas
No se trata de que no lleves gorros ni sombreros, con lo bien que va uno con la cabeza calentita. Simplemente pon cuidado en llevarlos sobre un cabello completamente seco. Al igual que los coleteros y otros complementos del cabello. Eso sí, ojo porque los gorros favorecen el encrespamiento.
Bebe más
Si no más, bebe lo suficiente. Para proteger el pelo del frío hay que hidratarlo. Y la hidratación empieza por dentro. Ya sabes, entre 1,5 y 2 litros diarios (cuentan infusiones y sopas).
Evita el encrespamiento
Si con el invierno viene aparejado el encrespamiento del pelo y al mirarte da la impresión de que has metido los deditos en un enchufe, es momento de aplicar productos que te ayudarán a mantener a raya el frizz, como serum y aceite capilar.
Comidas invernales
No se trata de que te abandones a las jarras de vino y a los asados como si fueras un habitante de Invernalia en la taberna. Sigue una dieta sana y equilibrada, con legumbres, carnes magras, pescados, frutas y verduras. Todo te ayudará a proteger el pelo del frío, a mantener un cabello sano, y no solo en invierno, sino todo el año.
Comentan esto…